Sabotaje en restaurantes: ¿Qué hay realmente en esa ensalada?

Uno podría pensar que pedir una ensalada en un restaurante sería una manera infalible de “comer sano” sobre la marcha, pero la cuestión es la siguiente: los restaurantes no se dedican a mantenerte sano, sino a ofrecer comidas que tengan buen sabor, para que vuelvas a pedir más.
Echa un vistazo a la información nutricional de tu ensalada de restaurante favorita y estoy dispuesto a apostar que tiene más grasas, calorías, sal y azúcar de lo que jamás hubieras imaginado. Yo lo hice y fue peor de lo que esperaba. Mi antigua favorita, la ensalada picada de pollo a la barbacoa de California Pizza Kitchen, tiene 1250 calorías, 81 gramos de grasa, 1800 mg de sodio y 6 cucharaditas de azúcar. Dejando a un lado el sodio, las cifras sugieren que en realidad podría ser mejor para mí pedir la pizza de pollo a la barbacoa y comerme la pizza entera.
¡Es hora de acabar con el sabotaje de las ensaladas! Aquí te presentamos algunos ejemplos de errores comunes y consejos para ayudarte a tomar decisiones más saludables cuando pides verduras para llevar.
1. Aderezos crujientes Ya sean tiras finas de chips de tortilla, fideos asiáticos fritos o crotones crujientes, una generosa cantidad de aderezos crujientes agrega más grasa, sodio y carbohidratos refinados de lo que valen. Es mejor pedirlos aparte y servirlos con moderación antes de comer.
2. Camarones crujientes y pollo con costra Aunque el nombre suena bien, las palabras “crujiente” y “con costra” son sinónimos de “frito”. Una pechuga de pollo frita de cuatro onzas tiene 300 calorías y alrededor de 15 gramos de grasa. La misma cantidad de camarones fritos tiene 275 calorías y 13 gramos de grasa. Si pides camarones o pollo a la parrilla, reducirás las calorías y la grasa al menos a la mitad.
3. Tacos fritos Amantes de México, tengan cuidado: el gran final de una ensalada de tacos, ese tazón de tacos crujientes, agregará 400 calorías adicionales a su comida. Su mejor opción es omitir los tacos por completo, usar poca crema agria y espolvorear algunas tortillas fritas trituradas por encima.
4. Aderezos peligrosos Dependiendo del tamaño que pidas, puede haber entre 2 y 4 cucharadas (¡a veces más!) de aderezo cubriendo tu ensalada. Los aderezos cremosos tienden a tener un alto contenido de grasa, las vinagretas dulces suelen ser una fuente furtiva de azúcares añadidos y muchos aderezos asiáticos pueden tener un alto contenido de sodio. Añadir tú mismo el aceite y el vinagre es la opción más saludable. Aun así, no siempre tienes que sacrificar el sabor de tu aderezo favorito. Simplemente pídelo aparte y moja el tenedor en el aderezo antes de llenarlo con las verduras. El ligero recubrimiento te da el sabor justo y utilizarás aproximadamente la mitad.
5. Salsas azucaradas Las salsas de mostaza y miel para barbacoa se encuentran comúnmente en las ensaladas de los restaurantes, pero tenga cuidado: están cargadas de azúcar agregada. Solo 2 cucharadas de salsa de mostaza y miel contienen 1 1/2 cucharadita de azúcar, y 2 cucharadas de salsa de barbacoa contienen una cucharada entera de azúcar. Pida estas salsas aparte para controlar la cantidad de cosas dulces que terminan en su ensalada.
6. Frutas secas. Admito que me encantan los toques de dulzura en mis ensaladas, pero las frutas secas son fuentes concentradas de azúcar, parte de la cual se agrega, como ocurre con la mayoría de los arándanos secos. Es común tener ¼ de taza de arándanos secos mezclados en una ensalada de restaurante, lo que agrega más de 100 calorías y casi 20 gramos (o 5 cucharaditas) de azúcar a su comida “saludable”. Opte por ensaladas con fruta fresca en su lugar, como rodajas de manzana o pera, para mantener el dulzor sin todos los azúcares concentrados.
7. Queso Una porción de 1 onza de queso normalmente tiene entre 80 y 110 calorías, pero la mayoría de las ensaladas de los restaurantes tienen mucho más que eso, ¡normalmente el doble! En lugar de pedirlo mezclado, pide el queso aparte y luego espolvoréalo con moderación. ¡Un poco es suficiente!
8. Raciones de gran tamaño La distorsión de las porciones no es solo un problema con los platos principales; los restaurantes saben que las ensaladas de gran tamaño garantizan que los clientes se vayan satisfechos, felices y sintiéndose bien por haber elegido una opción “más saludable”. Si quieres una ensalada con todos los ingredientes, pide la mitad de la porción o la porción del almuerzo. Te ahorrará muchas calorías y un poco de dinero también.
¿Cómo hacer que una ensalada de restaurante no sea tan saludable? Comparte tus trucos en los comentarios a continuación.
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