¿Beber alcohol provoca comer en exceso?

Incluso has estado comiendo más sano, cuidando el tamaño de las porciones y no te has saltado un entrenamiento en semanas. Entonces, ¿cuál podría ser el culpable de esos pocos kilos de más que has ganado? Esta es la dura verdad: las bebidas después del trabajo pueden ser las culpables, pero no de la manera que crees.

Según un estudio reciente , la exposición al alcohol sensibiliza la respuesta del cerebro a los aromas de los alimentos y aumenta la ingesta calórica. Eso significa que esas copas en la azotea antes de cenar podrían estar afectando a los antojos en tu estómago, convenciéndote de pedir una cena más sustanciosa de lo que normalmente pedirías. “El ‘efecto aperitivo’, o el consumo de más comida después de beber, se conoce desde hace algún tiempo, pero nunca ha habido un consenso sobre qué hace que comas más: qué hace el alcohol para que esto ocurra”, dice William JA Eiler II, PhD, autor principal del estudio. “Nuestros hallazgos nos llevan a creer que el alcohol puede hacer que los aromas de la comida sean más atractivos. Como resultado de que la comida huele mejor, podemos sentirnos obligados a comer más”.

En el estudio participaron 35 mujeres sanas que recibieron alcohol por vía intravenosa en una visita y un placebo en otra. ¿Se pregunta por qué no se limitaban a poner en fila las copas de vino? El objetivo de la prueba era observar únicamente el papel del cerebro en el consumo de alcohol, sin ninguna interferencia del estómago. Las respuestas cerebrales de las participantes a los aromas alimentarios y no alimentarios se midieron luego en respuesta a dos almuerzos: pasta con salsa de carne italiana y carne de res con fideos. Los hallazgos del estudio indicaron que las participantes comían más cuando recibían alcohol por vía intravenosa.

¿Cuánto alcohol se debe beber hasta notar los efectos? “Es una buena pregunta que habrá que responder con más investigaciones”, afirma Eiler. “En nuestro estudio, mantuvimos a todos nuestros sujetos con una concentración de alcohol en el aliento del 0,05 %, lo que equivale a un par de copas de vino. Me atrevería a decir que es probable que haya un punto óptimo en el que beber antes de una comida aumenta el consumo, en el que beber muy poco no tiene ningún efecto y en el que beber demasiado provoca una disminución de la ingesta”.

Para aquellos de ustedes que están cuidando su peso, tengan en cuenta la cantidad y el tipo de bebidas que consumen antes de las comidas. Por ejemplo, su cerveza artesanal favorita puede ser bastante densa en calorías, explica Eiler. “Esto puede verse agravado por el efecto aperitivo, ya que no solo está aumentando su ingesta calórica al beber, sino que es probable que se dé un gusto un poco más mientras come su comida”, dice. Una regla de oro sólida: cuando sepa que va a beber, “planifique con anticipación preparando porciones más pequeñas o haciendo elecciones más saludables”.

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