5 razones por las que la grasa es buena para perder peso

¿Recuerdas la moda de las dietas bajas en grasas durante los años 80 ? Hoy en día, muchas personas todavía creen que hay que reducir drásticamente la ingesta de grasas para perder peso. La buena noticia es que esto no es cierto. De hecho, un estudio realizado en 2007 por investigadores de Harvard concluyó que es posible perder peso con una variedad de dietas populares, siempre que las personas ingieran menos calorías; la dieta no tiene por qué ser baja en grasas.

Así es: sacrificar la grasa no es una victoria automática cuando se trata de perder peso. Incluso podría estar jugando en tu contra. ¿Cómo? La ingesta de grasa y las reservas de grasa corporal influyen en tu metabolismo de diversas maneras, y consumir muy poca puede afectar cómo te sientes, especialmente cuando intentas comer menos. Al igual que ocurre con las proteínas , comer cantidades moderadas de grasa puede ayudarte a perder peso más rápido, sin sentirte privado.

Aquí hay cinco razones por las que mantener la grasa en su dieta puede ayudar a perder peso:

1. La grasa te mantiene saciado. Piensa en la última vez que experimentaste la sensación de saciedad, por no hablar de la satisfacción, de comer un alimento reconfortante con alto contenido en grasas (¿Alguien ha probado los macarrones con queso?). La saciedad es en realidad una sensación real que se crea durante la digestión, cuando la grasa desencadena la liberación de colecistoquinina, una hormona que ralentiza la velocidad con la que el estómago vacía los alimentos en los intestinos. Esto no solo te ayuda a sentirte saciado, sino que también garantiza que te mantendrás saciado durante un período de tiempo más prolongado. En consecuencia, necesitas menos comida para sentirte saciado, en comparación con una dieta más baja en grasas.

2. La grasa ayuda a equilibrar el nivel de azúcar en sangre. El nivel de azúcar en sangre afecta los niveles de insulina, lo que puede afectar el estado de ánimo, los antojos y las elecciones de alimentos. Además, comer alimentos azucarados con demasiados carbohidratos refinados y poca grasa (y proteínas) puede hacer que los niveles de azúcar en sangre se disparen y, posteriormente, se desplomen. Incluir grasas saludables en las comidas y los refrigerios puede ayudar a mantener el nivel de azúcar en sangre equilibrado a lo largo del día.

3. La grasa ayuda a absorber los nutrientes. Pedir una ensalada con un aderezo bajo en grasas o sin grasas puede hacer más daño que bien. ¿Por qué? Necesita un poco de grasa para absorber las vitaminas liposolubles (A, D, E y K), el betacaroteno (un carotenoide que produce vitamina A) y otros carotenoides presentes en las verduras de hoja verde y las verduras para ensaladas. Si aliña su ensalada con un aderezo ligero, asegúrese de añadir grasas saludables como nueces o aguacate.

4. La grasa es esencial para la buena salud. El cuerpo es capaz de producir sus propias grasas, pero hay algunas grasas que debes obtener de tu dieta o corres el riesgo de sufrir deficiencia. Se las llama “grasas esenciales” e incluyen los omega-3 y -6. La mayoría de nosotros obtenemos una gran cantidad de grasas omega-6 en nuestra dieta; sin embargo, las grasas omega-3 pueden ser un poco más difíciles de conseguir. Consumir una dieta baja en grasas puede magnificar el problema. Mientras estás reduciendo las calorías para perder peso, elige fuentes de grasas ricas en estas grasas esenciales porque son importantes para el funcionamiento óptimo de nuestro cerebro, corazón y células corporales.

5. La grasa es un alimento real. Otra razón de peso para mantener la grasa en tu dieta es que la grasa hace que la comida tenga buen sabor. La grasa es responsable de la textura cremosa y el delicioso olor de los alimentos que nos encanta comer. Cuando eliminas estos alimentos favoritos de tu dieta, a menudo recurres a sustitutos refinados y excesivamente procesados. Estos alimentos pueden contener grandes cantidades de sal y azúcar, sustancias químicas añadidas y sustitutos de grasa a base de carbohidratos que imitan el sabor y la textura de la grasa natural. Cuando se trata de disfrutar de un favorito con alto contenido de grasa, es mejor que te quedes con el producto real y comas menos cantidad.

Cómo elegir las mejores grasas

No todas las grasas son iguales y algunas son mejores que otras. Las grasas vegetales deberían constituir la mayor parte de tu ingesta, ya que contienen los tipos de ácidos grasos más saludables.

Las grasas de origen vegetal que se enumeran a continuación son un excelente punto de partida:

• Aguacates y aceite de aguacate
• Nueces y mantequillas de nueces
• Semillas y mantequillas de semillas
• Aceites de cocina (incluidos los de oliva, coco y semilla de uva)

Las cantidades moderadas de grasa animal son aceptables. Al elegir grasas de origen animal, opte por:

• Pescados grasos (incluidas las sardinas, la caballa, el arenque y el salmón salvaje)
• Cortes magros de carne de res, cerdo, pollo y pavo.
• Huevo y quesos bajos en grasa (incluidos mozzarella parcialmente descremados, ricotta y requesón)

También es importante recordar que se puede abusar de todo, incluso de las grasas saludables. El hecho de que un poco sea bueno no significa que mucha sea mejor. Como cualquier otro nutriente, cuando se consume en cantidades excesivas, la grasa conduce al aumento de peso. nuestro sitio establece la ingesta de grasas en un 30 % de las calorías totales, lo que es óptimo para mantener el cuerpo sano y el apetito satisfecho.

¿Quieres más información sobre las grasas y cómo elegir el mejor tipo? Consulta:

1. Aceites de cocina descifrados
2. Nutrición 101: Grasas
3. Guía para principiantes sobre las grasas