3 maneras en las que los principiantes pueden evitar el agotamiento por ejercicio
¿Estás empezando con tu programa de ejercicios? Es probable que estés ansioso por empezar. Estás muy motivado y entusiasmado por los resultados que (¡con suerte!) verás.
Pero, en medio de todo este entusiasmo, hay algo con lo que hay que tener mucho cuidado: el riesgo de agotamiento. Algunos principiantes están demasiado motivados y acaban exigiéndose demasiado.
Para muchos, mantener la motivación es un verdadero desafío, pero para ti es todo lo contrario. ¿Cómo puedes asegurarte de no acabar agotado y de poder mantener tu programa de entrenamiento durante los próximos meses y años?
A continuación se presentan tres formas de evitar el agotamiento por ejercicio.
Varía la intensidad de tu entrenamiento
En primer lugar, recuerda que no todos los entrenamientos que hagas tienen que ser de gran intensidad. De hecho, lo mejor es mantener solo 1 o 2 entrenamientos más intensos en tu programa cada semana hasta que avances al nivel intermedio.
Por ahora, mantén la mayoría de las sesiones a una intensidad baja o moderada mientras tu cuerpo se adapta al estrés del ejercicio. Unas cuantas veces a la semana, aumenta un poco la intensidad, pero luego vuelve a bajarla al día siguiente.
Esto ayudará a garantizar que su cuerpo tenga suficiente tiempo para descansar y recuperarse entre cada entrenamiento.
Combina sesiones de gimnasio con sesiones “divertidas”
Tu plan de entrenamiento nunca debe ser solo trabajo y nada de diversión. Es fundamental que disfrutes de la mayoría de los entrenamientos que hagas, ya que esto también reducirá tus probabilidades de agotarte.
Una o dos veces por semana, cambia tu sesión de gimnasio convencional por una divertida sesión de ejercicio fuera del gimnasio. Juega al baloncesto con un amigo, patina en el parque, visita un lago local y practica natación o vóley playa.
Si es tan divertido que no parece ejercicio, es perfecto para este propósito. Estas sesiones te ayudarán a revitalizarte para que, cuando vuelvas al gimnasio, te sientas mentalmente renovado.
Escucha a tu cuerpo
Por último, no descuides lo que te dice tu cuerpo. Muchos principiantes no dominan la habilidad de sintonizarse con ellos mismos y ajustar su entrenamiento en consecuencia. Hay momentos en los que exigirle a tu cuerpo que supere una fatiga moderada es una decisión inteligente. Pero hay momentos en los que exigirle a tu cuerpo solo te llevará a lesionarte, a fatigarte excesivamente y a una espiral descendente hacia el agotamiento.
El agotamiento es algo muy real y serio. Es posible que estés demasiado motivado, así que asegúrate de controlar cómo te sientes a medida que avanzas en tu programa y de ajustar el programa de entrenamiento según sea necesario. Recuerda que ningún programa de entrenamiento es inamovible. Los mejores entrenamientos se adaptan a tus propias necesidades cambiantes.
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